Custodia compartida
En un país en el que el 70% de las custodias fueron exclusivas para las mujeres en 2016, es claro que las posibilidades de que se generen conflictos con el otro progenitor aumenten a la hora de decidir actividades, extraescolares, informar de gastos pendientes o avisar del turno de vacaciones elegido.
Centrándonos en el dato de custodia compartida. En el año 2016, la custodia compartida fue otorgada en el 28.3% de los casos de separación o divorcio. Esto implicaba un aumento de casi 4 puntos sobre el periodo anterior (24.7% en el 2015).
Si observamos detenidamente el dato evolutivo de la custodia compartida en nuestro país podemos constatar el incremento constante acaecido desde el año 2007 (8.4%).
Lo óptimo, y no es solo una opinión nuestra, sino que así lo dice la jurisprudencia al considerar que, en aras del bienestar del menor, la custodia compartida es el mejor sistema. Se espera un incremento paulatino hasta que el 90% sea custodia compartida dejando la custodia exclusiva para casos excepcionales.
Teniendo en cuenta esta evolución social y jurisprudencial la custodia compartida ya no se limitará a casos de mutuo acuerdo sino también a contenciosos en los que la relación entre los padres no será tan fluida. El establecimiento de la custodia compartida como regla general, acarreará entre ambos progenitores tener una comunicación aún más frecuente que generará nuevas tensiones unidas a la carga emocional que en la mayoría de ex parejas existe por lo traumático de la separación.